Aunque la columna está dirigida al fútbol, hoy vamos a hacer una excepción con un apellido de oro que es el más grande que a nivel deportivo ha tenido nuestro país.
Se trata del apellido Poll. Con Silvia y con Claudia se lograron las únicas medallas olímpicas en toda la historia costarricense y, ahora que aparece otro apellido Poll, el de Cecilia, hija de Claudia, hay esperanza, por fin, de al menos soñar con otra medalla de este tipo.
Nada de esto se da por casualidad. Silvia y Claudia tenían la calidad y un entrenador que no deja nada al azar. Se podría decir que las medallas fueron planificadas.
Quienes estuvimos cerca de los entrenamientos en la madrugada de Claudia Poll, por un lado, veíamos la lucha y el esfuerzo al máximo de una deportista en la piscina. Por el otro, estaba el entrenador que tenía un reloj que prácticamente no ocupaba mirar porque ya tenía calculados los tiempos en sus apuntes. Ya sabía lo que Claudia podía o no dar en la piscina. Así en el entrenamiento, así en la competencia.
Fuera Mundial, Olimpiada, evento nacional o internacional, torneo privado, en fin, las libretas de Francisco Rivas nunca mintieron. Sus declaraciones a prensa siempre en el marco deportivo dejaban saber lo que Claudia podía lograr.
Con una rigurosidad de primer mundo, Francisco ha trabajado a grandes nadadoras de este país, y hoy, tiene a la Cecilia Poll ya con nombre propio a pesar de su corta edad.
Con 13 años, hoy Cecilia domina la alberca como lo hicieron su mamá y su tía. De la mano de Francisco, todo está calculado.
Y aquí sí meto la cuchara para tocar de nuevo el fútbol o el deporte: sí se puede trabajar al alto nivel, si se pueden sacrificar fiestas, horas de descanso. Sí se puede planificar una carrera deportiva que permita competir en el alto nivel.
Cuando vemos tanto fracaso en el fútbol, disciplina que acapara la mayor cantidad de recursos publicitarios y de otras fuentes (inversiones de empresarios, donaciones, de aficionados, etc), podríamos pensar en trazar un plan que permita colocar al fútbol a 5 años plazo, a 10 o a 15.
Los 13 años de vida de Cecilia los han esperado la natación y el país entero. Desde que Claudia Poll ganó sus últimas medallas en Olimpiadas, sabíamos que estaría difícil esperar algo más en Costa Rica. Hoy hay esperanza y no creo adelantarme a los hechos y tampoco quiero quemar las etapas de Cecilia. De eso, su entrenador sabe muy bien su manejo y condiciones.
El deporte nacional ocupa esperanza, un apellido de oro, una muestra de pundonor y esfuerzo, una muestra de que el alto nivel también se puede alcanzar si se trabaja bien.
No solo para natación, para todas las disciplinas se puede alcanzar alto nivel. Ya habrá tiempo de hablar de otros deportistas. Pero, hoy, el apellido Poll vuelve a ponerse en el horizonte costarricense.