Mucha novela ha sido el viaje de Liga Deportiva Alajuelense para cumplir con el compromiso de vuelta en el torneo de Concacaf. Las excusas afloraron antes del juego, pero todos olvidaron que, en el partido de ida, el equipo manudo, en casa, con todas sus figuras, perdió ante su rival.
Ahora muchos alaban que con un equipo alternativo y joven el cuadro rojinegro sacó la casta. No. Las cosas por su nombre: la falta de planificación dio al traste con la posibilidad de que el equipo nacional pudiera utilizar todo su plantel en suelo extranjero.
La misma institución justifica como acto de patriotismo el hecho de prestar sus jugadores a la Selección y, por tanto, no haberlo hecho hubiera implicado decir no a la patria. No. La patria hubiera sido más feliz si Alajuelense supera el escollo internacional, en el cual se vio débil, dentro y fuera de la cancha, y si, hubiera tenido que decirle a la Federación que no podía prestar jugadores, pues, tenía que hacerlo.
En fin, fuera de la cancha nos sigue costando el juego. Como lo he señalado en otras columnas, la falta de estrategia, visión y planificación es lo que tiene enfermo al fútbol nacional. Como he dicho, en la cancha puede pasar cualquier cosa. Un equipo chico puede ganarle a uno grande, pues las variables son muchas. Fútbol es fútbol al final de cuentas; el que mete el gol gana. Pero a la Liga le metieron dos goles en la cancha, uno en casa, otro afuera, y otro afuera de la cancha.
Alajuelense perdió la serie en casa. Su superioridad en el torneo nacional no alcanza para cruzar la frontera. Su famoso Centro de Alto Rendimiento no basta para ganar una serie ante un club de la MLS. Su reciente campeonato nacional no es suficiente para avanzar un poco más en el área.
Repito, tanto reclamo y excusa en el área tropieza con el rendimiento deportivo.
Alajuelense ya iba derrotado. Haber alcanzado un resultado diferente, con equipo estelar o con equipo sustituto era igual de complejo. Es más, si el equipo sustituto jugó mejor que el estelar, pues, alguien alinea mal en Alajuelense o no ve el potencial que tiene en sus suplentes.
Pero, además, repito, Alajuelense perdió la serie fuera de la cancha. No era con reclamos a destiempo. Ya se sabía lo que podía pasar con las condiciones que expone la pandemia. Eso es parte de la planificación de un juego.
Lo que pasa es que estamos acostumbrado a que en Costa Rica se suspende un partido como si fuera cambiar el canal de televisión. En Costa Rica el formato de un torneo se decide en una mesita de té. En nuestro fútbol tan fácil como se congela el descenso se aumenta a 14 equipos (son hechos de la vida real).
Si no ponemos seriedad seguiremos dando tumbos. Y, lo que nadie quiere ver es que estamos con casi dos pies afuera de Qatar. No es con falsas promesas, no es con ilusiones vacías, no es con discursos bonitos que vamos a clasificar.
Mientras Honduras avanza sin problemas a una y otra Olimpiada, aquí no pasa nada. Aquí todo está pura vida.