Cuando uno ve planteles sin muchas figuras de peso pero que son protagonistas en los torneos, hay que ver quien comanda esa nave.
Siempre he respetado el trabajo de Jhonny Chávez, por ejemplo, quien hace de “tripas chorizo” con el plantel del Santos, con jugadores que en muchos casos ya no tenían cabida en el fútbol nacional y él los tiene como figuras determinantes en el cuadro guapileño.
En este torneo de Clausura, el fútbol nos regala dos nuevos y grandes técnicos, que han demostrado capacidad de sobra.
1-Minor Díaz:
Minor Díaz asumió el reto con la Universidad en las últimas fechas del torneo Apertura. Estaban a 17 puntos del Carmelita (equipo que al final descendió) y con un futuro poco alentador. Ya cuando vi el juego que por ratos le practicó la U a Liga Deportiva Alajuelense en la fecha 20 del torneo anterior empecé a ver cosas buenas en Díaz.
Este torneo nos demuestra su capacidad y manejo de plantel. Deja a la U en primera (o al menos a la franquicia) luchando por clasificar a semifinales y con muchos jugadores que también habían sido desahuciados por muchos equipos. Bien Díaz. Lo veo dentro de poco en un club tradicional.
2-Luis Marín:
Quien más me ha llamado la atención es Luis Marin. El ex asistente de la Selección Nacional tenía también cero experiencia como técnico y asumió el para nada fácil reto de llegar a la dirección técnica de San Carlos, equipo que su antecesor, Martin Cardetti llevó a semifinales y fue eliminado en penales el torneo anterior.
Marín agarró el mismo plantel (con sus virtudes y limitantes) y mejoró incluso lo que hizo el argentino. Ganó la fase regular, sembró a San Carlos en una final nacional y como corolario, este miércoles le dio vuelta a la serie ante Herediano goleándolo en su casa pese a las bajas de figuras importantes.
Que refrescante ver a estos técnicos emerger, mientras otros clubes traen desconocidos extranjeros. Ellos demuestran que material en nuestro país hay, solo que tienen que dejarlos trabajar.
