La salida de Geiner Segura como técnico de Puntarenas FC llamó la atención, más allá de la forma en que se sigue el fútbol nacional. Y por la prontitud de la decisión en el torneo actual y por la justificación. ¡Por lo menos se hubieran esperado cinco jornadas!
“Los cambios obedecen a un estudio de rendimiento, dentro del cual se nombró de forma interina a profesionales que están dentro de la institución”, decía la comunicación en la página oficial de Facebook del equipo.
Perder con Pérez Zeledón y empatar con Santos, fueron los resultados, tras 180 minutos de juego. Seríamos ingenuos al pensar que, con la premura del torneo, haya sido por esos dos juegos que decidieran quitar a Segura. Imaginamos que el rendimiento de la pretemporada fue bastante bajo, pues de otra forma no se explicaría la justificación.
Pero hay cosas más graves que ser ingenuos y son esas formas que se reciclan en nuestro balompié para tomar decisiones.
La dirigencia porteña, de la cual su presidenta, Silvia Bolaños, será parte del próximo Comité Ejecutivo de la Federación Costarricense de Fútbol. Eso, si no pasa nada extraño, aunque siempre pasan cosas extrañas. Ella permitió a Segura realizar la pretemporada… Fueron por lo menos dos meses de planificación, trabajo, entrenamientos, contrataciones, para que al final de un “análisis” que supuestamente vienen haciendo, decidieran quitarlo.
Ya lo tenían decidido
Es un hecho que ya iban a quitar a Segura. Y, si hubiera arrasado en las primeras dos jornadas, de repente hubiera conseguido un poco de oxígeno, pues, así de cortoplacista es nuestro balompié.
Deja mucho más que desear ese anunciado análisis, tras la salida de Segura. ¿Bajo qué parámetros se hizo? ¿Cuál fue la motivación? ¿Qué resultados arrojó?
Nos dicen en el mismo comunicado que: “la institución está evaluando la contratación de un técnico extranjero o bien un técnico nacional de amplia trayectoria”.
Segura ciertamente no es el técnico costarricense de mayor trayectoria. Pero su título con Cartaginés le valida como un respetado entrenador, más, lo que ha hecho con varios equipos, incluidos algunos de Segunda División. Si el análisis define que se debe contratar un “técnico de amplia trayectoria”, pues apague y vámonos. Pareciera que todo marcha bien en Puntarenas en cuanto a infraestructura, planilla, ligas menores, etc.
Luego de la salida de Segura, contrataron a Diego Vásquez como técnico, con un paso discreto en Honduras, que no refleja un cambio rotundo en la manera de conducirse en esta escuadra. No es el técnico de mayor trayectoria, a menos que, este requisito solo se imponga a la contratación de un técnico costarricense.
Un fútbol de técnicos que no analizan
Por otro lado, los técnicos nacionales (aunque entiendo que ocupan trabajo), deben analizar muy bien su siguiente paso… aunque no sorprende que, apenas pasada otra jornada, ya Segura estaba acomodado como técnico de Pérez Zeledón.
Eso de ponerse una camiseta esta mañana, y aparecer mañana con otra, no es nada sano para ellos, ni para el fútbol nacional. Es un tema que ya he tocado y que seguiré tocando más adelante.
Ahora bien, si los dirigentes de clubes que llegan al nuevo Comité Ejecutivo y que además son asambleístas, van a seguir tomando decisiones de este tipo, mejor, apague y vámonos.
La salida del seleccionador Luis Fernando Suárez tan aclamada por un sector grande de prensa y de aficionados, es sin duda la menor de nuestras preocupaciones.
Posteriormente, con el paso de las jornadas, la mayor interrogante más allá de rendimientos es saber si un técnico terminará con la misma camiseta al finalizar el día. A la fecha, Segura, Luis Marín, que dejó Pérez Zeledón; y, Mauricio Wright, que dejó Grecia; han sumado a la cuenta de esas decisiones comunes en nuestro país, pero que no tienen sentido. Repito, ¿para qué los dejaron hacer pretemporada?
Mis preocupaciones
Si por la víspera se saca el día, puede ser que cuando usted lea esta columna, ya haya caído otro técnico, u otros dos… De nuevo, si por la víspera se saca el día, veremos entrenadores extranjeros que realmente no tienen bagaje y solo los contratan para hacer algo diferente que llamar a algún técnico nacional.
Igual de preocupante fue la decisión de aumentar a cinco extranjeros el cupo de estos jugadores en los equipos.
Igual de preocupante es haber iniciado el campeonato sin una Comisión de Arbitraje oficial.
Igual de preocupante es ver a dirigentes concentrados en la política, sin preocuparse por el exceso de partidos en nuestro campeonato y su seguidilla de partidos en una sola semana. Igual de preocupante es ver que una vez empezado el torneo, el dichoso y todopoderoso Comité de Licencias anuncie los aforos de estadios. ¿Qué hicieron durante los meses que no hubo torneo?
Con estos signos, aspiremos a clasificar al otro Mundial Mayor para sumar el dinero a las arcas de los equipos de Primera y otros advenedizos, y todos felices para siempre (o al menos hasta la próxima eliminatoria).
