Marianela Araya, con 10 años de ser parte del panel de árbitras de la FIFA, verá por fin cumplido su sueño de estar en una Copa Mundial Femenina, cuando tome parte de la cita de mediados de año en Australia & Nueva Zelanda.
Será como una revancha para ella, pues esperaba estar en Francia 2019, pero al final no fue contemplada para esa ocasión, algo para lo que había trabajado por cuatro años.
“Esto del arbitraje ha sido de muchos años, de muchos sacrificios, de mucho trabajo. No ha sido algo de la noche a la mañana. Ya este es mi décimo año como árbitra FIFA”, repasó Araya.
Esta profesora de Contabilidad en el Colegio Técnico Profesional de El Rosario de Naranjo, añadió que ha sido un proceso de levantarse todos los días a entrenar, de estar viendo partidos y de estar preparándose continuamente.
“Si uno no se actualiza no va a progresar”, afirmó, acotando que se debe “estar con la mete abierta para escuchar los consejos, las sugerencias de los preparadores físicos, de nuestros entrenadores, para poder corregir y mejorar día a día”.
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Definió el arbitraje como “una profesión hermosa; a veces, un poquito ingrata porque uno nunca desea equivocarse, uno nunca quiere cometer un error, pero lamentablemente, a veces pasa y a veces un pequeño error o alguna decisión te daña un buen partido”, aunque al final tiene sus recompensas.
La árbitra se dijo agradecida porque cuando ingresó al mundo del arbitraje lo hizo con la idea de ir a un Mundial. “Ese es el sueño de cualquier árbitro y, supongo que también de cualquier futbolista: ir a un Mundial; representar al país”, sostuvo.
Repasó como estuvo en el proceso para el Mundial de Francia 2019, pero al final no pudo ingresar al grupo final, algo que le dolió muchísimo porque se había preparado con mucha ilusión para estar allí.
Pero, lejos de achicarse se prometió trabajar el doble y hoy ve los frutos de esa determinación. Eso sí, sin dejar de lado la angustia que le llena cuando su hijo Santiago, que cumplirá tres años en febrero, le pide que no vaya a entrenar o que no vaya a un partido para poder compartir con ella.
Como parte del proceso hacia el Mundial, “en enero y febrero, las árbitras seleccionadas asistirán a los seminarios de preparación, que se impartirán en Doha y Montevideo, donde repasarán y analizarán vídeos de jugadas reales, y se formarán en sesiones prácticas con la participación de jugadores. Estas sesiones se filmarán para que todas ellas reciban al instante las evaluaciones de los instructores”, informó la FIFA tras dar a conocer los nombramientos.
La escogencia se hizo de manera adelantada para la cita mundialista que tendrá lugar entre el 20 de julio y el 20 de agosto entrantes, dado que según la organización, se perdió mucho tiempo en el seguimiento a las árbitras debido a la pandemia por el COVID-19.
