El técnico colombiano Luis Fernando Suárez debutó al frente de la Selección Nacional de Fútbol Mayor Masculino en un partido que oficialmente no existe, pero que igual permitió establecer algunas líneas sobre lo que quiere el sudamericano del equipo.
Más allá de lo que ofreció o no en el encuentro el conjunto de Guadalupe, en la presentación de ambos en la Copa Oro CONCACAF 2021 el lunes, la Selección Nacional de Fútbol mostró algunas cosas interesantes desde el punto de vista táctico, como para ponerles atención.
Si el equipo crecerá o no, si fue solo flor de un día, si la tónica será esta misma en cada partido, eso solo el tiempo lo dirá.
Más confianza
El principal cambio en la Selección Nacional se dio en el ámbito de la confianza. Desde el minuto inicial los jugadores se desenvolvieron con mucha seguridad, más allá de la presión alta que intentó ejercer el equipo de Guadalupe.
Y eso permitió que los servicios fuesen más precisos en todos los sectores del campo. Siempre se priorizó el toque de pie a pie.
Línea de 4
Lo había adelantado el técnico Luis Fernando Suárez: prefiere la línea de cuatro en zona defensiva. Y así plantó al equipo, aunque por momentos David Guzmán, el contención fijo, se metía entre los dos centrales para permitir que los laterales, Ronald Matarrita y Keysher Fuller se adelantaran hacia el medio campo.
El ejercicio requiere una coordinación exquisita entre el lateral y el volante, en cada caso, algo que costó por tramos, especialmente en el sector izquierdo.
Los trazos largos
Algo que ensayó mucho la Selección Nacional especialmente en el primer tiempo de este primer partido al mando de Luis Fernando Suárez fueron los trazos largos desde zona defensiva hasta el frente de ataque.
Varias veces los defensores se saltaron el medio campo para agilizar la ofensiva, donde José Guillermo Ortiz aparecía como el 9 nominal, pero Joel Campbell se metía muy bien en esa zona para sorprender a los defensores rivales.
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Curiosamente, tras el juego, el técnico dejó ver su malestar con el uso de este recurso. Más bien, lo que quiere son trazos a la espalda de los hombres de medio campo del rival. Y eso buscó en el segundo tiempo, con los cambios.
De primera intención
La Selección Nacional mostró en algunas acciones algo que suele escasear en nuestro fútbol: el juego de primera intención.
Es un recurso que aplica en el fútbol, pero, por ende, se debe saber cuándo recurrir a él. Cuando apareció en el juego, el equipo se vio bien, especialmente en fase ofensiva. El juego se torna mucho más lento cuando se desprecia este recurso.
Hombre de primeras impresiones
Luis Fernando Suárez dejó claro que es hombre de primeras impresiones cuando alabó al juvenil Jewisson Bennett y dijo que, de haber podido, lo hubiese llevado a la Copa Oro.
Bueno… en este primer partido hizo ingresar al juego a Luis Díaz, el último de todos los integrantes de la delegación costarricense al que observó. De hecho, Díaz solo entrenó dos veces a las órdenes del colombiano, pues no fue convocado inicialmente debido a una supuesta lesión, algo que quedó desvirtuado cuando jugó con su equipo en la MLS el fin de semana pasado.
Los que falta
También hubo pendientes. Hubo mucha debilidad por la banda izquierda, donde casi siempre quedaron espacios que el rival no aprovechó. Los relevos entre Ronald Matarrita y Ariel Lassiter no llegaron. Algo se trató de recomponer cuando ingresó Luis Díaz.
Pese a los tres goles, la definición sigue siendo un problema. Es algo que en principio no corresponde resolver a nivel de Selección. Pero si no se avanza, la eliminatoria mundialista puede tomar un rumbo desagradable.
Y, quizá lo más importante que faltó fue constancia; especialmente cuando de recuperar la pelota en campo rival se trata. Esto condujo a que en algunos tramos importantes del juego José Guillermo Ortiz se quedara muy solo en el frente de ataque.