Iserlohn, Alemania. (AFP). Aunque España la superó con autoridad el jueves, Italia puede presumir en esta Eurocopa de contar con cinco entrenadores, una cifra nunca alcanzada por un país. Se acabó el ‘catenaccio’, ahora lo que se lleva es el ‘meticciato’, la mezcla de ideas.
De las 24 selecciones presentes en Alemania-2024, cinco tienen acento italiano en su banquillo.
Nunca antes ningún otro país había tenido tal presencia en este torneo del Viejo Continente.
El récord precedente pertenecía a Países Bajos con tres entrenadores (Marco van Basten, Leo Beenhakker y Guus Hiddink) en la Eurocopa de 2008, disputada por 16 selecciones.
Cuatro de los técnicos nacidos en Italia presentes en Alemania-2024 se formaron en un renovado fútbol transalpino: Luciano Spalleti (seleccionador de Italia), Vincenzo Montella (Turquía), Francesco Calzona (Eslovaquia) y Marco Rossi (Hungría).
Domenico Tedesco, al frente de Bélgica, es el único de ellos que se formó en otra escuela futbolística, en la de Alemania, donde vivió desde su infancia.
A los cuatro primeros también puede añadirse el nombre del brasileño Sylvinho (Albania), quien se formó asimismo en la escuela italiana de entrenadores.
Lo de Italia es “adaptarse a los nuevos tiempos”
“Esto muestra que somos una escuela capaz de adaptarse a los nuevos tiempos. El fútbol cambia, pero nuestra escuela continúa siendo moderna”, explica a la AFP Renzo Ulivieri, director del centro técnico de la Federación Italiana de Fútbol.
Fundada en 1959, esta escuela de entrenadores ha evolucionado mucho en la última década, en que el fútbol italiano ha dejado de ser sinónimo de un estilo conservador y defensivo.
“Al principio, la idea consistía en decir que el fútbol es esto, punto. Vamos a explicaros cómo se juega. Pero ahora nuestra idea ya no se basa en hablar de un único fútbol, sino de todos los estilos que se juegan en Europa y así favorecer que nuestros entrenadores tengan una mente abierta”, afirma Ulivieri.
“Nuestra filosofía inicial consistía en defender. Era el ‘catenaccio’. Pero ahora el concepto que manejamos es el ‘meticciato’ (mezcla, en italiano). Queremos una mezcla de las culturas y mirar lo que funciona en el mundo. De esa manera tener una visión lo más amplia posible”, añade.
Durante los últimos años, se han consagrado técnicos formados en iatalia que han aportado estilos diferentes e identificativos a sus conjuntos.
Por un lado, el fútbol ofensivo de Gian Piero Gasperini con el Atalanta, vigente campeón de la Europa League. Por el otro, un estilo más pragmático con el Inter de Milán de Simone Inzaghi, que ha construido un equipo sólido en defensa, sabe contraatacar y también dominar el balón.
El ejemplo más emblemático de un fútbol anfibio, que se adapta a las distintas situaciones en los partidos, es el de Carlo Ancelotti, el entrenador del Real Madrid que ganó este año su quinta Liga de Campeones.
Clases sin un manual
Para obtener el diploma de entrenador de la UEFA PRO, el más prestigioso, los futuros técnicos deben seguir una formación anual, con 240 horas de clases entre octubre y julio.
“En nuestra escuela no hablamos de clases, sino de conferencias que se basan en el intercambio de ideas, en hacer preguntas”, explica el director del centro técnico de la Federación Italiana.
“No tenemos un manual. Al término de nuestras clases, cada uno de nuestros diplomados se ha dotado de su propio manual”, destaca sobre una formación que concluye con la presentación de una tesina.
De hecho, Spalletti se graduó en 1999 con la mejor nota posible gracias a sus reflexiones sobre “el sistema de juego 3-5-2”.
El exdelantero de la Selección de Italia, Montella formó parte de la promoción 2010-11 y entonces se interesó por “los catorce primeros días de preparación antes del inicio del campeonato”.
“No queremos formar a entrenadores que se parezcan. Afortunadamente, tienen características muy distintas los unos con los otros. Es como el carácter del pueblo italiano”, concluye Ulivieri.
Por Jérôme Rasetti