“Los jugadores mexicanos quieren ir a Europa, pero quieren ir a cualquier equipo, a donde sea, con tal de decir ‘jugué en Europa’. O sea, yo pienso que deben prepararse bien, tener una gran mentalidad para jugar allá y una gran técnica. El gran jugador es mental-técnico, para triunfar. Este es el jugador caro”.
Estas declaraciones sobre los legionarios mexicanos las dio el legendario técnico de origen brasileño, Ricardo “Tuca” Ferretti, quien ha hecho una gran carrera en México, en el programa Fútbol Picante el pasado 28 de febrero.
Este es uno de los principales motivos por los que México como país no trasciende más allá, a pesar de sus recursos económicos, su infraestructura y sí, el crecimiento de los jugadores, a lo largo del tiempo, según lo dice el “Tuca”.
Para México, la pesadilla de no poder llegar al quinto partido en los mundiales se ha vuelto realmente una obsesión. Pero tras la última participación mundialista en Qatar, en donde no pudo avanzar de primera ronda, el nivel, entonces, se ha cuestionado más que nunca.
Vengo diciendo, hace rato, que por ahí anda uno de los muchos problemas del fútbol costarricense: la elección que hacen los jugadores a la hora de convertirse en legionarios.
Si en México es ir a cualquier equipo de Europa, sin importar el nivel; en el caso costarricense es ir a cualquier equipo de cualquier lado, no importa si hay continentes o países en que la tradición futbolística brilla por su ausencia.
Elecciones apresuradas
He repetido hasta el cansancio lo que alguna vez nos dijera el técnico dos veces mundialista, Alexandre Guimaraes, por allá del año 2005. Fue en una mesa de trabajo periodístico para la Revista El Gráfico, con el entonces presidente federativo, Hermes Navarro (q.d.D.g.), precisamente sobre esas elecciones de los futbolistas a ligas no competitivas y además, elecciones muchas veces apresuradas.
Desde luego que es una profesión. Desde luego que, en muchísimos países sin tradición futbolística, se gana muchísimo más dinero que lo que pueden ganar en nuestro fútbol.
No obstante, jugadores que pueden esperar un tiempo para madurar y mejorar la técnica, para madurar la parte mental, se pierden, ante la rapidez con que son colocados en cualquier parte del orbe.
A la postre, una mala experiencia en un país o equipo sin mayor competición termina siendo, muy probablemente una mala experiencia para el resto de la carrera.
Sé que no todos son Paulo Wanchope, o Bryan Ruiz, o Keylor Navas… por citar algunos casos. Pero, a veces, es como desesperante la forma en que un jugador con apenas un año en Primera División, o menos, es vendido al mejor postor.
Responsabilidad de los clubes
En esto, claro, los clubes y representantes también tienen responsabilidad. Porque se pondera el dinero a corto plazo, en lugar de la carrera del futbolista, y eventualmente un seguro de vida a nivel económico que podría ser más duradero en el tiempo y de mayor cuantía.
Como dice el refrán: de todo hay en la viña del Señor. Pero estoy seguro que tenemos jugadores para colocar en ligas y equipos más competitivos, si se diera tiempo, si se manejara mejor una planificación a mediano y largo plazo, con lo cual tendríamos legionarios de mejor calidad y no solo legionarios donde sea.
