Lo que ocurre a nivel de la UNAFUT, extrañamente, lleva muchas veces a que uno termine viéndose en el papel del loco de la autopista (sí, el del satírico cuento), pero a la inversa. Porque, en aquella historia, ciertamente el protagonista iba contra lo lógica, aunque no fuese capaz de entenderlo.
Pero, aquí, es la mayoría la que va contra lo lógica, aunque tampoco son capaces de darse cuenta de ello. Sí, porque de repente se toman decisiones que luego son cuestionadas por los mismos actores como si se tratara de imposiciones desde afuera.
A ver si explico: la UNAFUT la constituyen los equipos de la primera división del fútbol masculino costarricense. Un representante de cada uno de esos 12 equipos tiene asiento en la Asamblea de la organización.
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Y, esa Asamblea, toma las principales decisiones a lo interno. Entre ellas, destacan el formato de la competición, las normas de competición y el reglamento de competición.
Esto, tan sencillo, que muchos colegas no entienden, parece que tampoco lo entienden los jugadores y los técnicos del fútbol de la primera división. Suelen salir a reclamar los entuertos de la dirigencia en las conferencias de prensa o en la zona mixta, en lugar de reclamarles a sus dirigentes por las cosas sin sentido que hacen.
Es el caso de los partidos que se tienen que jugar sin seleccionados, como en la presente fecha FIFA. La decisión la tomó la Asamblea; es decir, ese órgano constituido por un representante de cada uno de los 12 equipos.
Un problema de la UNAFUT
Ellos son los responsables de que se jueguen 57 jornadas por temporada anual, y que el calendario no alcance para acomodar los partidos. Y ellos son los que decidieron que cuando hubiese convocatorias a Selección Nacional, los equipos debían jugar sin los seleccionados.
Por eso no se ni qué pensar cuando escucho declaraciones como las que ofreció la semana pasada el capitán del Deportivo Saprissa, Mariano Torres. Habló de una intención de nivelar las cosas en la parte alta de la clasificación.
Torres suele hacer declaraciones de este tipo, que no tienen nada que ver con la realidad. Lo curioso es que ya tiene mucho tiempo de estar en el país, como para no entender cómo funciona la Liga de la primera división.
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Y, tampoco se ni qué pensar cuando escucho a los técnicos quejándose por la ausencia de jugadores importantes en sus clubes cuando juega la Selección Nacional. De nuevo, es algo que decidieron sus jefes, los dirigentes de los equipos. Y ya lo sabían desde el inicio del torneo.
Ahora bien, nosotros hemos dicho siempre que no es razonable jugar sin seleccionados. Especialmente, si se pretende que los equipos tengan en sus filas a los jugadores más importantes del país y de la región.
Quejas sin sentido
Pero, más allá de puntualizar eso, el tema aquí es que, si los dirigentes se ponen la soga al cuello, o se disparan en el pie, pues no hay nada que hacer. A técnicos y a jugadores les corresponde jugar y punto.
Estar quejándose no tiene ningún sentido. Lo que hacen es como reclamar el derecho al berreo. Sin embargo, con eso no ganan nada.
Luego, también, cuando los mismos actores del fútbol, parodiando a los aficionados más fanáticos, comienzan a sugerir arreglos en una convocatoria para afectar a unos y beneficiar a otros, me parece que solo se retratan como actores de segunda categoría en nuestro fútbol.
Y no se si lo hacen aplicando aquello de que “cada ladrón juzga por su propia opinión”. Porque eso sí desnudaría muchas situaciones que solo contribuyen a enterrar nuestro fútbol, desde el propio seno de la misma UNAFUT.