La Sele de fútbol mayor masculino realmente me genera poca ilusión a pocos días de su participación en el Final Four de la CONCACAF Liga de Naciones, y a pocas semanas del arranque de la Copa Oro.
Y eso lo han gestado los dirigentes de la Federación Costarricense de Fútbol (FEDEFUTBOL), que siguen empeñados en ser monotemáticos, reduciendo todo, absolutamente todo, a la clasificación al Mundial.
Traigo el tema a colación porque cuando la Sele va a una competencia los aficionados suelen hacerse ilusiones con la posibilidad de que el equipo obtenga grandes resultados y destaque.
Y si uno escucha las declaraciones de los integrantes del plantel -jugadores y miembros de cuerpo técnico- dan la sensación de que los objetivos son los máximos. Pero, luego, vienen con nada en el equipaje, y comienzan las justificaciones. La principal: “lo importante es el Mundial”.
Lo he dicho otras veces y lo seguiré repitiendo hasta que los dirigentes cambien su dinámica: no podemos resumir todo el trabajo de cuatro años en clasificar al Mundial. Debe haber objetivos intermedios, y entre ellos necesariamente debe haber interés e intención de ganar la Copa Oro. Este torneo surgió en la década del 90; se realiza cada dos años, y hasta ahora, nosotros lo hemos despreciado de manera sistemática.
Ha sido tato así que solamente en una oportunidad la Sele llegó a la final. Y no la ganó. No entiendo cómo eso le ayude a nuestro fútbol.
Ahora, la CONCACAF ha sumado la Liga de Naciones. Pero como en Costa Rica los dirigentes solo son capaces de pensar en una cosa, no es importante porque no es el Mundial.
Esto es el colmo de la mediocridad. La Sele debe salirse de ese esquema para entrar en una dinámica diferente, en la que ganar cada torneo en que se participe sea el objetivo. Si no se da ese paso, La Sele no va a crecer.
Entrenar tres años para juga la eliminatoria es absurdo. Uno no ve que en otros países donde el fútbol tiene su cuota de importancia, se maneje un criterio tan jalado del pelo como ese.
En esta región de CONCACAF, por ejemplo, cuando en México o en Estados Unidos se designa un técnico, se fijan entre sus objetivos ganar la Copa Oro y la Liga de Naciones, además de clasificar al Mundial siguiente. A eso se agrega la necesidad de avanzar más allá de la primera o segunda ronda del Mundial. Porque quieren competir.
Entretanto, nosotros, nos limitamos a buscar justificaciones, a mirar en otra dirección y a seguir haciendo las cosas como siempre, sin entender que nada cambiará.
Por eso no veo razones para creer que se le puede ganar a México para pelear el título del Final Four. Y para la Copa Oro siento lo mismo.