La Sele Femenina logró su propósito de controlar el balón en el partido de despedida ante Zambia. Sin embargo, eso no implicó que genera peligro en el área defendida por el rival, o que llegara de alguna manera al gol.
En cambio, con muchos errores en la marca, le facilitó las cosas Zambia para que se adelantara en el marcador muy temprano en el encuentro. Y así, todo se complicó para la representación nacional.
Al término del primer tiempo, por ejemplo, el equipo marcaba un 44 por ciento de posesión de pelota, frente a un 35 por ciento del rival. Pero el juego no se desarrolló en una zona de la cancha que inquietara a Zambia.
Ya para el cierre del juego esa posesión llegó hasta un 46 por ciento, y pese a que se incrementaron las llegadas al área rival, estas impactaron el marcador.
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Con ocho remates a marco en esa primera mitad, de los cuáles cuatro fueron directos, el conjunto africano consiguió dos goles. Pero, para el cierre del encuentro, fueron 15 remates, de los cuáles 10 fueron directos.
De allí esa sensación de peligro que hubo en cada una de las acciones ofensivas del conjunto africano, pese a no tener mucho la pelota.
Mientras, La Sele Femenina hizo seis remates en el primer tiempo, de los cuáles solo el último fue directo. Y, aunque los remates subieron a 17 para el cierre, solamente tes fueron directos. Muy poco para pretender algo más en el marcador.
Eso fue cuando en la última acción antes del descanso Valeria Del Campo encontró la pelota en el área, pero la tocó justo a la posición de la portera Catherine Musonda.
En la misma línea
Este rubro se movió mucho en el segundo tiempo, hasta acumular un total de 17 remates en el partido. El tema es que solo tes fueron a puerta. De allí que solo se marcara un gol.
Un dato que refleja claramente dónde manejó la pelota el equipo costarricense es el de las recepciones de pases entre la línea media y la defensa. Fueron 36 solo en ese primer tiempo.
La cifra subió a 81 al final del juego, dejando evidencia de que, pese a una mayor presencia en ofensiva en esa parte del encuentro, siempre hubo esa marcada tendencia a tocar la pelota del medio campo hacia atrás.
El equipo completó 328 pases después de 408 intentos, mientras Zambia registró apenas 195 pases completados. Otra demostración de que controlar el juego y controlr el balón pueden ser dos cosas distintas.