A un aficionado le importa poco o nada si su equipo está con problemas financieros, o si debe a la Caja Costarricense del Seguro Social o si hipotecan su estadio. Ellos (los aficionados) quieren ver a las mejores figuras del mercado nacional en su cuadro, sin importar si hacen o no falta. No ven lógico que sus rivales se armen hasta los dientes mientras que ellos hacen lo contrario.
Esta situación la vive el Deportivo Saprissa, que, mediante sus voces oficiales (Juan Carlos Rojas y Evaristo Coronado) ha manifestado que no pagarán caprichos y que lo de ellos es hacer un proceso con futbolistas que se acomoden al dinero que ofrece el club.
Es por esto que vemos cómo Liga Deportiva Alajuelense y Club Sport Herediano tienen hoy día planillas mucho más fuertes que la morada ya que realizaron contrataciones de mucho peso en los últimos tiempos.
La idea de Juan Carlos Rojas y el Saprissa tiene mucho sentido. Hace 15 años, el cuadro morado estuvo al borde de la quiebra por malas decisiones.
A Saprissa con poco le ha alcanzado para luchar junto al Herediano en la última década por los títulos nacionales. ¿Por qué deberían perder la cabeza al ver que sus rivales se arman hasta los dientes?
Es probable que esta idea cambie y se caiga en desespero si pasan los campeonatos y los morados empiezan a cosechar frustraciones, aunque de momento no es así.
Aclaro que la austeridad Saprissista no tiene que ver con el mal ojo en muchos fichajes, o en no contratar a jugadores que se ofrecieron al club ajustándose al salario en su momento, o armar un mal plantel. También Rojas ha cometido sus errores, pero hay que reconocer que piensan a futuro.
El no fichar futbolistas de alto valor no significa necesariamente problemas económicos.