Fue un partido jugado con una intensidad de esas que nuestro fútbol necesita, pero que casi siempre le es ajena.
Desde el pitazo inicial, los dos equipos se fajaron en una cerrada disputa en procura de alcanzar el marco rival. Cartaginés tuvo tramos de mayor lucidez que la Liga, al punto que el cubano Marcel Hernández quedó de frente al gol en un par de oportunidades, pero no supo resolver, más allá del gol de apertura, que fue obra suya.
Fue apenas sobre cuatro minutos, en una acción rápida, por izquierda, en la que Paolo sirvió a Marcell, y el cubano se quitó la marca de Porfirio dos veces, para sacar un remate potente que no pudo repeler el meta Pemberton, que volvió a la titularidad esta noche.
Además, la línea defensiva local tuvo algunos problemas de coordinación, especialmente por el centro; problemas que fueron más marcados cuando Kenner debió irse del campo apenas tras ocho minutos (de los cuáles en realidad solo jugó cuatro). Llegó Miranda, y le costó meterse al juego.
La Liga incorporó a José Miguel Cubero en el medio campo, ante la ausencia de Garrido, y a fe que lució muy bien, pese a los pocos minutos que ha tenido después de la lesión que le interrumpió la pretemporada.
Ya cerca de los 30 minutos, la presión alta, la anticipación y la velocidad que mostraba el Cartaginés fue decayendo, al tiempo que los manudos incrementaban su ritmo, lo cual favoreció la llegada del empate.
Lo consiguió Cubero, al rematar de cabeza un excelente cobro de tiro libre de Menenses, a los 34 minutos. Nada pudo hacer Parker.
Autogol de la ventaja:
Apenas en tres minutos del segundo tiempo, la Liga se fue adelante en el marcador, con un gol en propia meta por parte de William Quirós. Fue una acción rápida de Moya, que abrió el balón hacia la izquierda, a la llegada de Guevara. Este sacó centro, que Quirós trató de despejar, pero se perfiló tan mal que al tratar de darle al baló. Con la derecha. Pifió y le rebotó en la derecha, para irse al fondo del marco, descolocando al meta Parker.