Para los jugadores de la Asociación Deportiva Santos, pese a la derrota 0 – 2 frente al New York City, de la MLS, de Estados Unidos, todavía tienen posibilidad pensando en el juego de vuelta, la próxima semana.
Juan Diego Madrigal, de hecho, dijo que la serie sigue abierta, porque Santos tuvo opciones en el encuentro del martes por la noche, y ya con los extranjeros se tiene otro plus para encarar la vuelta.
Santos no pudo utilizar en el partido de ida de los octavos de final de la CONCACAF Liga de Campeones a sus jugadores extranjeros. El jamaiquino Javon East; el cubano Luis Paradela; y el mexicano Everardo Rubio debieron ver el juego desde fuera dado que aún no tienen un permiso de trabajo que debe ser extendido por la Dirección General de Migración y Extranjería.
Además, a última hora la lista se redujo aún más en tanto algunos jugadores dieron positivo por COVID-19 en la última prueba exigida por la organización para el partido.
Madrigal explicó que hubiese sido importante tener la planilla completa para enfrentar al New York, pero al final hicieron su trabajo si bien no pudieron concretar las opciones que tuvieron.
En su afán de tratar de explicar el por qué de la derrota, el defensor alegó que “para mi pasa más porque ellos toman muy buenas decisiones en el último cuarto de cancha”, apuntó.
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En ese sentido, rechazó que al equipo le hubiese quedado grande el torneo, o que a los jugadores los intimidara el rival, más allá de que el conjunto de la Gran Manzana marcó sus dos goles a partir de errores groseros de la defensa del Santos.
Cree que el primer gol es circunstancial, porque la pelota le pega en la mano a Barquero, al que disculpa porque “trataba de despejar”. Y luego, Castellanos mete lo que para él fue un golazo, después de que no pudieron despejar bien.
Pero, todo lo resume en que Santos no pudo aprovechar las opciones que tuvo al frente cuando logró recuperar balones y contra atacar a la visita.
Visualiza un juego mucho más parejo en la vuelta, donde se espera que Santos pueda contar con sus jugadores extranjeros por el hecho de jugarse fuera del país. Será en California, en el estadio del Galaxy de Los Ángeles, debido a que CONCACAF no avaló su sede tradicional, el Yankee Stadium.
