Cuando el paratenista José Pablo Gil escuchó que podía regresar a una cancha de tenis de campo, de inmediato empezó a empacar sus raquetas con la ilusión de volverá a entrenarse, dejando “por fin” el planche en la entrada de su casa, que fue su lugar de prácticas durante los últimos dos meses.
“Esta semana ya con el permiso del Ministerio de Salud y el Ministerio de Deportes y el Gobierno de la República regresé a los entrenamientos en una amplia cancha. Llegué con mucha alegría. Sin embargo, sé que debo volver con calma para evitar una lesión”, comentó Gil.
Ya suma dos entrenamientos en cancha, algo que deseaba para sentir las sensaciones en desplazamientos, saques, voleas, pues lo que son pruebas físicas, con pesas y ligas, las realizaba desde casa.
“Es otro aire. Estar en la cancha de tenis es lo que ocupaba. Estar tanto tiempo fuera de la cancha me tenía como atrapado, porque entrenaba en el planche a la entrada del garaje de mi casa. Lo primero que experimenté fue sentirme cómodo y volver a tener el ritmo o la sensación que venía sintiendo con mucha repetición de golpes”, señaló el paratenista.