La Selección de Holanda debió esperar hasta el último lance del partido ante Nueva Zelanda, para imponerse en el marcador, pese a haber dominado las acciones de principio a fin, en su entrada en acción en el Mundial de Fútbol Femenino Francia 2019.
La única anotación del encuentro cayó sobre 2 minutos de reposición, por intermedio de Jill Roord, que remató de cabeza tras un servicio preciso de Lineth Beerrensteyn, en una jugada que inició Merel Van Dongen.
Curiosamente las tres jugadoras que tomaron parte en la acción del gol habían llegado de cambio al partido en el segundo tiempo.
Este fue un partido de esos extraños en que las holandesas, actuales monarcas europeas, tenían el control casi absoluto del balón, rozando el 70 por ciento de posesión, pero esto no impidió que sus rivales generan algunas opciones de gol.
De hecho, al promediar el primer tiempo del encuentro, ya ambos equipos habían tocado la puerta del marco rival en dos ocasiones cada uno.
Holanda basó mucho de su juego ofensivo en muy buenas jugadas a balón parado, pero la coordinación defensiva de las neozelandesas fue envidiable. Las coberturas siempre fueron precisas y el bloque se mantuvo compacto, por lo que no era sencillo penetrar la zona baja.
En el arranque de la segunda mitad, ya hubo algunas salidas por parte de Nueva Zelanda, aunque sin llegar a preocupar realmente a Holanda, que seguía dominando el medio campo e insinuándose de manera constante frente al área.
En 54 minutos Lieke Martens estuvo cerca de conseguir la apertura en el marcador, pero su remate salió apenas desviado.
Al final, Holanda terminó generando 17 opciones en el área rival, mientras que Nueva Zelanda apenas pudo anotarse seis.
Es de destacar que, pese a que las neozelandesas se centraron en el juego defensivo, apenas cometieron cuatro faltas en el partido, lo que refleja la precisión con la que ejecutaron el trabajo de marcación.