Fútbol femenino: hay que ir mucho más allá de la emoción

Escribo estas líneas apenas unas horas antes de que salten a la cancha los equipos de Saprissa Fútbol Femenino y CODEA Liga Deportiva Alajuelense, para disputar el título 2019 de la Liga de Fútbol Femenino.

Cuando allá por noviembre del año pasado la Selección Nacional perdía un juego decisivo contra Jamaica, y con ello la posibilidad de asistir al mundial de Francia 2019, parecía que este sería un año oscuro para el fútbol femenino. Daba la sensación de que se podría romper una línea de crecimiento que, aunque pequeña, traía esta disciplina.

Pero, curiosamente, aquello fue como un punto de quiebre que ha abierto nuevos horizontes para el fútbol femenino. Y así, el 2019 ha pasado a ser uno de los mejores años.

Primero, la invitación a los Juegos Panamericanos Lima 2019, donde se ganó la medalla de oro. Luego, el gran papel en el Torneo Uber, un invitacional, en Brasil. Por supuesto, la forma en que se superó la primera fase eliminatoria de cara a las Olimpiadas de Tokio 2020. Y, finalmente, la oferta de la FIFA para que el país organice el Mundial Sub 20 en setiembre del 2020 y el título de UNCAF a nivel sub 18. Eso, a nivel de selecciones.