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Controversia

¿En cuál equipo de Costa Rica sobra Marcel Hernández?

La salida de Marcel Hernández de Liga Deportiva Alajuelense volvió a evidenciar cómo los dirigentes de nuestro fútbol elaboran novelas que ni ellos mismos se creen para justificar situaciones, en lugar de ir al grano y decir la verdad.

Lo primero que nadie se cree, entre tantas cosas sin sentido -por no decir otra cosa- que dijo el gerente deportivo de Alajuelense, Agustín Lleida, es que tenían demasiados delanteros y uno se tenía que ir.

No porque ninguno se tuviera que ir. Sino por el que decidieron que tenía que irse. Si Marcel, con todo y su influencia goleadora era el que tenía que irse, entonces el fútbol es muy diferente a lo que yo creía. Sí, porque al parecer, a los goleadores ya no se les debe medir por sus goles.

Lo segundo que dijo Lleida que nadie, ni él, se cree, es que Alajuelense recuperó los $150.000,00 que le pagó hace un año al Club Sport Cartaginés, cinco veces, con las operaciones que pudo hacer con otros jugadores gracias a la llegada de Marcel Hernández.

Eso supondría que la contratación de Marcel le generó a la Liga negocios por $750.000,00. Si eso es cierto, entonces, ¿por qué debieron reducir el presupuesto para el siguiente torneo?

Y, la tercera cosa que dijo Lleida que nadie, ni él mismo, se cree, pasa por ese mismo tema. Porque hace apenas unos meses el presidente de Alajuelense, Fernando Ocampo, se jactaba de que el equipo ya no tenía deudas -después La Nación lo exhibió con una enorme deuda que mantiene con una empresa del vicepresidente de la Junta Directiva- y decía a los cuatro vientos que las finanzas eran muy sólidas pese a la pandemia.

Si a eso se agrega el dinero del que habla Lleida, pregunto de nuevo: ¿por qué tuvieron que bajar el presupuesto?

La cuarta cosa que dijo Lleida que nadie, ni él mismo, se cree es eso de que el técnico prefiere jugar con solo un hombre en punta y por eso sobran delanteros 9. Está clarísimo que Lleida piensa morir -o tal vez dejar a Alajuelense en coma- con su amigo Albért Rudé en el banquillo. Pero ¿qué pasaría si en cinco o seis fechas no hay resultados y la Junta Directiva le dice adiós al técnico?

¿Será que tendrán que limitar sus opciones a buscar un técnico que también quiera jugar con solo un hombre en punta porque no tienen suficientes delanteros 9?

Ojo: que también tomen nota los jugadores en punta de las divisiones menores, porque mientras esté Rudé, en el primer equipo sobran. Y oportunidades no van a tener nunca.

Volviendo a lo de Marcel Hernández, no sobra en ningún equipo del fútbol costarricense. En lo que el cubano tiene en el país, nadie se le acerca en nivel goleador. Lo otro es que en asistencias también anda muy bien.

Ahora, si en Alajuelense no lo querían para que no generara ruido el juicio al que va a ser sometido en breve bajo cargos de violación de menor, eso es otra cosa.

Pero, aún bajo ese supuesto habría que recriminar a la Junta Directiva haber avalado la contratación hace un año, porque el problema judicial ya se conocía.

Y, es más, sin ser abogado, estimo que solo un tecnicismo podría evitar una condena sobre el jugador al menos en primera instancia. Porque ni él ni su abogado han negado los hechos por los que se le acusa. Lo que han pretendido es advertir que no caen en la conducta delictiva que dice la Fiscalía.

Ese, sin embargo, es un tema muy complejo a la vista de nuestra legislación. Y es algo que en Alajuelense debieron analizar mejor hace un año antes de contratar a Marcel Hernández.

Este es uno de esos típicos casos en que los dirigentes del fútbol demuestran su incapacidad para manejar sus clubes como empresas. Porque, claramente, en ninguna empresa se contrata personal por emoción. Eso es tirar la plata por el caño.

Y en cuanto a las explicaciones que no explican nada, yo como persona y como periodista sinceramente preferiría que guarden silencio y no nos tomen el pelo si no tienen la valentía y el sentido de responsabilidad para decir las cosas como son.

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