Para el equipo de Dimas Escazú ya no basta con avanzar a semifinales. Ahora, la idea de llegar a la final del Torneo Apertura 2022 está fija en la mente del técnico Geovanny Vargas, y con esa meta en mente es que se hicieron los ajustes al plantel en el último mercado de fichajes.
Vargas señaló que las jugadoras que dejaron ir eran de las que menor participación tenían en el primer equipo. Eso, salvo las salidas de Cristel Sandí y Lisa Villegas hacia el Deportivo Saprissa.
Pero, al mismo tiempo, buscó apuntalar zonas donde se detectaron debilidades sistemáticas que venían perjudicando el desenvolvimiento del equipo. Una de estas era la portería, pues, a juicio del técnico, después de los pasos de Gabriela Valverde y Priscilla Tapia por Dimas, no lograron encontrar una guardameta que se consolidara en el puesto.
Por ello, en la parte final del Clausura 2021 incorporaron a Paul Mayorga como preparador de porteros, y tras una evaluación amplia se determinó la necesidad de fortalecer el departamento. De allí la contratación de la portera estadounidense Lauren Lichty, y la seleccionada panameña Yanith Bailey.
En ese sentido, analizó que, si bien en la actualidad hay algunas muy destacadas porteras costarricenses en la Liga, entre las cuáles citó a la propia Tapia, así como a Noelia Bermúdez y a Dinnia Díaz -recordando que esta ya casi va de salida- es una zona en la que se debe trabajar mucho porque no se han encontrado buenos perfiles.
Cuando www.deportescr.net le preguntó sobre el caso de las laterales zurdas, señaló que actualmente hay dos de muy buen perfil, aunque hoy casualmente ambas se juntan en el Saprissa. Una llega precisamente de Dimas, donde, da la casualidad de que en las últimas temporadas no jugaba en esa posición. Es el caso de Cristel Sandí, a quien Vargas terminó utilizando como extremo, según explica, por necesidad.
Dimas Escazú es una organización que también tiene presencia en el fútbol playa femenino, en el que incluso participan jugadoras del primer equipo de fútbol, pero al margen de ser hoy el equipo más antiguo en la primera división del fútbol femenino, no ha incursionado en la rama masculina.
Y, con la evolución que se ha dado en el fútbol femenino, de a poco se han ido incorporando organizaciones del fútbol masculino, al punto de que hoy hay cinco equipos con representación en ambas ramas: Saprissa, que llegó primero; Liga Deportiva Alajuelense, Club Sport Herediano y Sporting FC, que comienzan su tercera temporada; y Municipal Pérez Zeledón, que debuta en este Apertura 2022.
Vargas agradece el avance de ese proceso, pero advierte que los grandes equipos del fútbol masculino deben hacer bien el trabajo cuando llegan al fútbol femenino. Se queja de que apuestan por quitarle jugadoras a equipos como Dimas, en lugar de trabajar en el desarrollo de las ligas menores, para hacer un aporte en el crecimiento de esta disciplina.
Esto en función de que el fútbol femenino está en una etapa en que la masificación es clave para aportarle a la primera división un mayor espectro de jugadoras, lo cual beneficiaría también a las Selecciones Nacionales.
Por ello, dice, su equipo ha debido ver hacia el extranjero cada vez más para completar sus fichajes, pues necesita mantener un nivel que le permita competir, algo a lo que no teme, pese al renombre de algunos de los más nuevos inquilinos de la UNIFFUT.
Y, en este punto, la Liga de Fútbol Femenino afronta otro reto: el de dejar atrás el amateurismo y dar el paso hacia la profesionalización. Giovanny Vargas sostiene que Dimas Escazú trabaja de manera profesional en todos los aspectos salvo el del salario para las jugadoras.
Es un paso que no han podido dar pese a haber realizado ingentes esfuerzos por acercar patrocinadores a la organización y generar los ingresos pertinentes para cubrir los costos que eso implica. Por ahora, sigue siendo una aspiración, al igual que la presencia en una final. Especialmente ahora que la organización ya tiene un trofeo de playa en su vitrina tras conseguir el título de la temporada anterior.
Vargas advierte, sí, que el equipo sí dispone de una póliza con el Instituto Nacional de Seguros que cubre a todas las jugadoras ante la eventualidad de una lesión.
Además, cuentan con seguimiento nutricional y las integrantes del plantel disponen de lo necesario para la recuperación después de cada partido, y los traslados se hacen bus de lujo con todas las comodidades, detalla el técnico, quien también es el principal gestor del proyecto.
