Montevideo, Uruguay. (AFP). La madrugada del 27 de junio de 2016, Argentina lloró. Messi le decía basta a la Albiceleste en medio de una nueva frustración en la Copa América.
Pero el tiempo fue sabio e hizo justicia. Coronados reyes del continente en 2021, los campeones del mundo vuelven a Estados Unidos.
Fue la Copa América Centenario. Una edición extra con la que la Conmebol conmemoró en suelo norteamericano los 100 años del torneo de selecciones más antiguo del mundo. Argentina y Chile volvían a encontrarse en la final.
La Roja defendía el título que en 2015 conquistó en Santiago como anfitriona. La Albiceleste preparaba la revancha de aquella final perdida en los penales.
Chile se convertiría en bicampeón de América. Nuevamente una definición por penales le entregaba la Copa. Con Messi como estandarte, Argentina sumaba una cuarta final perdida. Tres de Copa América (2007, 2015 y 2016) y la más dolorosa, la del Mundial-2014 ante Alemania en el Maracaná.
Fue entonces cuando Messi no aguantó más. Abatido y masticando dolor, el 10 le anunció al planeta fútbol en el MetLife Stadium en East Rutherford (Nueva Jersey) que renunciaba a la Albiceleste.
“Ya está para mí la selección. Ya se terminó. Ya está. La peleé mucho. Lo intenté. Ya son cuatro finales y no pude ganarlas. Hice todo lo posible y me duele más que a ninguno, pero es evidente que no es para mí. Lamentablemente no se me dio”.
El regreso con gloria con Messi
Messi se tomó una pausa de 37 días en los que reflexionó sobre su futuro en la selección, y superado el trago amargo de la Copa América Centenario, anunció su regreso a la Albiceleste porque, afirmó, “amo demasiado a mi país y esta camiseta. Ojalá podamos darle alguna alegría pronto”.
Ese “pronto” llegó en 2021, dos años después del Titanic que supuso el Mundial de Rusia-2018, donde la caótica selección argentina que dirigía Jorge Sampaoli se hundió en cada partido que disputó hasta chocar con el iceberg de Francia en los octavos de final.
Fue en la Copa América de Brasil-2021, en medio del silencio sobrecogedor de los estadios sin público por culpa de la pandemia, donde Argentina gritó campeón después de 28 años sin títulos por distintas competencias.
Y lo hizo en el templo del Maracaná y ante Brasil, su enconado histórico archirrival, el mejor enemigo posible para escribir el inicio de una de las etapas más gloriosas del fútbol argentino, con el ‘bonus track’ del primer título del todopoderoso Messi con la selección mayor.
Lo que vino después para la Albiceleste es historia conocida: la clasificación invicta al Mundial-2022, el título de la Finalissima ante Italia como presagio de lo que sucedería en Catar y la Copa del Mundo soñada, la que Argentina jugó a lo campeón porque sabía que iba a serlo.
“Welcome to America”
Estados Unidos vuelve a acoger la Copa América por segunda ocasión en la historia.
Messi, quien cumplirá 37 años en plena competencia, jugará la Copa como en casa, un año después de su publicitado fichaje por el Inter Miami, la millonaria franquicia copropiedad del exastro inglés David Beckham que ha revolucionado la Major League Soccer (MLS).
“Cuando arranca un campeonato, sea Mundial, Copa América o lo que sea, Argentina es candidata igual que Brasil y más en esta Copa América”, advirtió el 10. “Creo que siempre Argentina es favorita, más allá de que venimos de ganar todo, anteriormente, cuando no se daba que podíamos conseguir los objetivos, también siempre Argentina era favorita”, agregó.
Los campeones de América, líderes de la eliminatoria sudamericana para el Mundial norteamericano de 2026, inaugurarán el torneo enfrentando a Canadá el 20 de junio en Atlanta, en la apertura del Grupo A.
Cinco días después volverán a verse las caras con Chile en East Rutherford -vecina de Nueva York-, allí donde Messi fue infeliz hace 8 años y cegado por el dolor decidió arrancarse la piel albiceleste.
La fase de grupos la cerrarán en Miami el 29 de junio ante Perú, el colista del premundial sudamericano.
¿Habrá “sueño americano” para Messi y su Argentina donde un día fueron infelices?
Por César López