La Selección Femenina de Fútbol de Brasil tiene varias grandes figuras. Pero, en esta rama las sudamericanas están lejos del potencial que tiene su país en masculino. Muchos siempre la colocan entre las favoritas en los grandes torneos internacionales, pero la realidad es que no ha ganado gran cosa.
Australia tiene lo suyo, y lo demostró logrando una fabulosa remontada para ganar el juego después de verse con desventaja de dos anotaciones.
De hecho, el propio técnico de Brasil, Vadao había adelantado que necesitaría un juego conservador, que le permitiera a su equipo controlar el medio campo y quitarle empuje a Australia.
Al final, si bien lo pudo hacer en la primera parte, ya en el segundo tiempo las cosas se complicaron tras la salida de Marta, que venía de una larga inactividad por lesión, y de la veteranísima Formiga, por un golpe en la pierna. El equipo perdió orden en el medio campo, y no pudo proyectar acciones ofensivas claras.
Brasil se adelantó pronto en el marcador. Desde los 11 pasos, Marta puso el primer gol a los 28 minutos, con un remate de zurda.
Y, en el 38, la goleadora Cristiane resolvió en gran forma, de cabeza, un centro desde el costado izquierdo, para establecer el segundo tanto brasileño.
Pero, Australia siguió en lo suyo, explotando la velocidad por las bandas, y llegando al área con centros difíciles para las centrales sudamericanas.
Esa determinación llevó a las australianas al gol en el primer minuto de reposición. Vino un centro de Tameka, desde la izquierda. En el primer palo desvió Chloe Logarzo, para que entrada atrás Caitlin Foord a concretar.
Pese a que se vino el descanso, el gol impulsó a Australia, que en los minutos iniciales del segundo tiempo presionó consistentemente a las brasileñas, y gestando acciones que comprometieron a la arquera Barbara, que salió mal en un par de oportunidades, pero con la buena fortuna de que no entraba el gol.
Sin embargo, la historia comenzaría a cambiar a los 58 minutos, cuando Chloe Logarzo centró un balón que nadie pudo desviar, ni en ofensiva ni en ataque, y el balón terminó colándose en el fondo de la red.
Ocho minutos más tarde, la debacle brasileña: Mónica trató de despejar un servicio largo que iba para San Kerr, pero cabeceó hacia atrás y sorprendió a Barbara, que no pudo evitar la caída de su marco. Era el 3 – 2.
En los minutos finales estuvieron más cerca las australianas de conseguir una cuartas anotación, mientras las brasileñas no alcanzaban a hilvanar tres pases seguidos.
