El deseo por entrenar a fondo llevó al ciclista Andrey Fonseca en busca de otro ambiente. La topografía de Monteverde, los pocos ciclistas en la zona y la ausencia, al menos por ahora, de casos de COVID-19, lo llevaron a inclinarse por esa comunidad del pacífico.
“Las montañas son únicas y el clima ideal”, dijo Fonseca, quien se hace acompañar en sus entrenamientos por Luis Camacho, ex seleccionado nacional de MTB que hoy es empresario en esa región.
-¿Lo llegó a frenar el Covid-19?
-Si claro. Los primeros 15 días de la cuarentena no entrené, me mantuve al margen. Creo que fue más por la incertidumbre de lo que podría pasar, pero cuando el Ministro de Salud dijo que podía salir a caminar, nuevamente retomé mis entrenamientos. Fue la luz verde que estaba esperando: escuchar que sí podíamos salir para hacer ejercicios, eso sí, cumpliendo todos los protocolos.
-¿Salía a rodar en su bicicleta?
-El plan de entrenamientos enviado por Marco Sánchez, preparador físico del Comité Olímpico, era completo. Empezamos con rodillo y otros ejercicios para no perder condición. Tiempo después, salí a la calle a rodar en mi bicicleta tres veces por semana sin meter potencia; era más recreativo. No ocupábamos arriesgar nada con saltos y pendientes. Era solo para mantener el ritmo.
-Imagino que el gimnasio era su casa…
-Exacto, creo que todos los atletas tuvimos que correr los muebles de la sala para improvisa el gimnasio. En mi caso, mi casa era donde seguía el plan de pesas del profe Sánchez quien se conectaba por internet para estar virtualmente en algunas de mis prácticas.